100% INDHIRA

Hoy me he permitido robar este escrito de marutxy en el blog del gato, porque expresa eso que yo pienos y que probablemente no describo como ella asi que aqui os lo dejo, bien juzgado marutxy2043. Publicado por: marutxy | 28 Noviembre 2009 a las 11.58
Es obvio que me alegro de que Indhira esté fuera, y le deseo mucha suerte para que pueda curarse de una enfermedad llamada ego y soberbia, más que nada por el bien del hombre o mujer que se cruce en su camino y no precisamente por amor, ya que su personalidad, su forma de actuar y esa enfermedad llamada celos convulsivos o enfermizos le llevaran a encontrarse en la calle con muchas Carol y muchos Arturos y en la calle, la vida es más cruda y te pude pasar factura.

Jamás podré justificar a una persona como Indhira es de las personas que te pueden crear conflictos y problemas muy gordos si te topas con ellas y es algo que siempre vi en ella. Con lo cual a lo largo de todos los días en los cuales vi sus celos disfrazados de un no amor, su personalidad enfermiza, su chulería disfrazada de nervios incontrolados, su pinza cruzada y su rabia posesiva junto con la envidia más pura y cruda hacia una mujer que su único delito fue coincidir en un reality show al lado de ella. El resto de lo que se pueda decir, hacer o pueda leer, no la hará ni mártir ni santa, simplemente será historia del Gran Hermano y salió como una perdedora y no como una reina por la puerta de atrás.

¿Qué es el GH?. Es convivir con personas de distintas razas, sexo, culturas, afines no afines. Personas que te pueden caer mejor o peor, te puedes enamorar, puedes follar, llorarás, reirás ….. Una convivencia donde hay veces que encontraras un abrazo, otras veces una mala mirada, una puñalada, alguien que sea más guapa que tu, gordos, flacos, altos, bajos una diversidad de perfiles, personalidades y caracteres que en la mayoría de los casos en la calle no harías migas, y ni tan siquiera rondarías el mismo circulo de amistad.

Se exponen y se arriesgan por 300.000 euros y saben el riesgo que corren al mezclarse con lo que no está escrito. Lo dice la Mila, hay que tener narices para entrar en GH, sí, y lo dice porque el reality es esto, ser criticados, juzgados, amados, queridos y odiados. Es el precio que pagan tanto por el dinero que cobran diariamente por estar ahí, como por el premio final al cual aspiran. Pero nadie los ata ni le pone una soga al cuello para seguir y se supone son lo suficientemente personas para saber hasta donde pueden llegar a sufrir un encierro. Con lo cual para vivir penas no es.

Es una convivencia que te puedes enamorar, encoñar o encaprichar o tener tu juego para llevarte el maletín y todo es lícito mientras sea permitido, y te da pie hacer tu estrategia del juego de mil maneras siempre y cuando no pierdas el norte, disfrutes y nos hagas disfrutar a los espectadores que te estamos viendo.

Y como es una convivencia con unas reglas, unas normas y algo que tú aceptaste al ser elegida, si en algún momento sea por el motivo que sea, no aguantas, no soportas o simplemente te ves morir (literalmente hablando). No tienes ningún derecho a decir no quiero a esta mujer porque me pone enferma de celos o porque no la soporto y quiere follar con mi hombre o porque simplemente es más guapa que yo. No porque no estás en tu casa ordenando y mandando o dirigiendo una empresa o un pelotón militar. Es Guadalix un concurso de convivencia que tu aceptaste con todas las consecuencias.

Esto es un juego y esto es lo que hay, que no te gusta, que tu eres el problema, que tu eres la que estás incomoda, que tu tienes el mal en tu persona que no lo soportas. Lárgate porque si tanto estás sufriendo y tanto dolor llevas, el problema lo tienes tú y no la otra, la que sobras eres tú y no la otra, ya que la otra, tan solo intenta convivir con quien la ha humillado, insultado y vapuleado y limpiamente te ha ganado la mejor partida de toda la edición. Y eso jode, claro que tiene que joder para el orgullo de semejante mujer.

Pero no, quisiste arriesgar hasta el último cartucho haciendo tu campaña electoral y pese a lo mal que supuestamente estabas psicológicamente con esos celos enfermizos, seguías abogando por quitarte del medio a quien tenia el mismo derecho que tu a jugar, a divertirse y a disfrutar de la experiencia. Una experiencia que tú te empeñabas en amargar con tu supuesto dolor, y te dedicaste a humillarla ante toda España perdiendo toda dignidad como mujer y como persona hasta el final.

Pero claro, cada día en Guadalix tiene un precio en euros. Y dicen por ahí, que cualquier dolor no se paga con dinero, pero tu soberbia se extralimitó, se te fue de las manos en un soplido y te derivo a salir por la puerta de atrás aunque siempre muy dignamente mirando por tus intereses monetarios.

Soberbia hasta el final y me rio de tu dolor, de un dolor llamado maletín.
Jode que te encuentres con la horma de tus zapatos. Con una mujer que tiene más clase que tu y sobre todo más temple y dos dedos más que tu de frente. Se ve que nunca nadie te ha plantado cara o simplemente te han evitado, pero en Guadalix o te machacan o te defiendes. Y esta mujer se defendió o simplemente un cumulo de acontecimientos derivó a ello para terminar con el guión. No hay que buscar culpables simplemente surgió.

Seguramente pensaste que la zorrona iba a salir corriendo y llorando como las madalenas que es a lo que estás acostumbrada, a humillar a quienes repugnas y odias por el simple hecho de estar por encima de ti y pisarlas como las cucarachas. Sin embargo te plantó cara y te dijo verdades como puños que te revolvieron las tripas agregando y pisando más tu orgullo herido, y delante de toda tu España, que después de perder la jugada en una nominación, tu cabecita explotó.

Porque como bien te dijo, las personas tienen una paciencia y si bien le arrojaste con los cubitos de hielo fue la ultima gota que colmó el vaso pero no para ti, para Carol que ya estaba harta de aguantar tu manipulación y tu sarta de mentiras y paranoias escudadas en un no amor. Era un juego peligroso que tu misma emprendiste y ella te ganó.

La pinza se te fue a ti, su porte firme y sin tembleques no te lo esperabas, pero ya viste que hay mujeres que sin utilizar la violencia verbal ni lanzar objetos voladores, son más inteligentes e íntegras que tú. Y esta mujer te dio una lección de humildad en todos los morros y te demostró que por la vida no se puede ir acosando con soberbia, humillando gratuitamente y por puro placer. Porque ni por amor puedes machacar ni manipular ni coaccionar a un ser humano, no es excusa, tan sólo son tus excusas y así nos lo querías vender.

No hay disculpa, no sirven las cortinas de humo y querer guillotinar a la fuente de todos los males. Una mujer si tan mal está se larga pone pies por el medio y le dan por culo al maletín, y no fue así. Ella pensaba que podía manipular con sus campañas, que podía dominar lo que no está en sus manos, que podía chantajear al resto y le salió el tiro por la culata y eso dio lugar a sentirse destronada, y viendo como el maletín se le iba de las manos optó por arrojar la toalla en una pelea de gatas que salió escaldada.

Ya que sabiendo que su España ya no la quería, que no podía medirse con su enemiga y sufrir la humillación de no ser el centro de atención, incluso llegando a mofarse de los cubitos de hielo que le tiró. En el fondo le salió bien la jugada, la largaron de Guadalix sin tener que pagar un euro y ninguna penalización, y con la única preocupación de si por ser expulsada no podría ir de plató en plató. Para vendernos su historia con otro nuevo culebrón.

Fin del culebrón y la dictadura amatoria en Guadalix